22 octubre 2011

Creo que, en general, las líneas se encuentran por alguna razón. Por seguridad, por claridad.. Si elegís cruzar la línea, lo haces bajo tu propio riesgo. Es algo que se puede controlar, no se le hecha culpas a nadie más que a uno mismo (si es que te perjudica)Cuando la vemos, queremos cruzarla. Quizás sea la emoción por ver lo desconocido, una especie de atrevimiento personal ¿no? El único problema es que una vez que cruzaste la línea, es casi imposible retrocederEse es uno de mis problemas.